¿Rico o Pobre?... Tu Decides!

 
El otro día andando por la calle hablaba con un amigo sobre ser rico o pobre. Yo defendía el ser rico con dignidad y mi amigo defendía que ser rico era lo más, hubiera dignidad o no.

Como ejemplo me ponía al showman de televisión: Rafa Mora. Rafa Mora es un chico musculoso que se presentó a un programa para buscar pareja y causó furor en la parrilla televisiva por su soberbia y extremada prepotencia.
“Rafa Mora es la ostia” – me decía mi amigo – El tío cuando le insultan o le dicen algo dice: “Criticadme, si me estáis haciendo rico, cuanto más me criticáis más salgo en televisión y más rico me hago” .

Yo le dije: “¿Admiras a Rafa Mora? que mal…” y me desmintió rápidamente: “no no, yo no le admiro para nada, si es un payaso”. A la misma persona que me defendía el estilo de vida de tener dinero a costa de ser un burro televisivo le daba vergüenza admitir que admiraba eso por lo que podrían pensar los demás de él, porque no está bien visto socialmente admirar a una persona así.
 
¿No es un poco contradictorio? Yo le dije que: “si con el dinero no va acompañado la dignidad y la humildad no tiene gracia, ni sentido, es como dárselo a un chimpancé. Prefiero mil veces más tener mucho menos dinero pero ganarlo dignamente y haciendo algo grande para los demás, que ganar millones de euros especulando, haciendo el burro en televisión o cualquier otra cosa de dudosa moralidad”.

Él que no iba a decir abiertamente que el dinero tenía que ser a cualquier precio (y no lo decía por qué era pobre, sino diría que sí) se iba por las ramas.
Así que decidí contarle la historia del león millonario y la persona pobre. Una historia que me inventé en ese mismo momento sobre el rico o pobre. Le pregunté: ¿Preferirías ser tú mismo pobre o un león?

¿Cómo? – me preguntó él.
Imagina – empecé yo – que pudieras convertirte ahora mismo es un león millonario, el más rico de todo el mundo. África entera sería para ti, tendrías todas las leonas que quisieras, todo el venado y animales que quisieras para cazar, los mejores lagos del mundo para beber… ¿Preferirías ser ese León a ti?
- NO – me contestó rotundamente.
- ¿Por qué? – le pregunté yo
- Pues por qué un León es tonto – me respondió.
- Exacto – dije yo – 

El dinero no solo hay que tenerlo y ganarlo, sino que hay que tener la suficiente capacidad mental para apreciarlo y saberlo utilizar. Por muchos millones que tenga un león no tiene ni siquiera conciencia de que existe, ni inteligencia, ni sabe leer ni puede disfrutar de las maneras que tú y yo lo hacemos.

Tú eres consciente de todo lo que tienes tú que él jamás podrá comprar con dinero, es por eso que jamás te cambiarías por él, porque tú eres una especie superior y sabes que vives y disfrutas mejor la vida que un simple León. Solo alguien muy estúpido se cambiaría por un León.

- ¿Te cambiarías por Rafa Mora? – le pregunté
- No – dijo rotundamente esta vez.
- ¿Cogerías sus millones? – pregunté
- Si, eso si – y se río.
- ¿Por qué? – pregunté
- Pues por qué seguiría siendo yo, pero con sus millones, un Ferrari…

Ser pobre o rico no cambia tu vida – comencé – El dinero no solo hay que saber ganarlo sino tenerlo. Tú te has pasado más de 5 años sin hacer nada ni trabajar, sin aspiración alguna, siendo mantenido por tu novia. Jamás has donado a una ONG, ni has sido voluntario en nada ni has tenido ningún proyecto ni nada que te motive.
¿Por qué piensas que el dinero te haría feliz?

- Pues… – balbuceó – por qué podría hacer lo que quisiera – respondió.
¿Acaso no estás andando por aquí ahora conmigo? ¿No puedes ir al parque a respirar con tus dos pulmones y correr? ¿No vas de cena cada fin de semana pese a llevar años sin trabajo? ¿Crees que lo que no has conseguido en toda una vida – tener aspiraciones y felicidad – lo conseguirías siendo millonario?

- No… Pero si – balbuceó.
En ese momento mi amigo estaba a punto de sufrir un cortocircuito, estaba rompiendo su mundo, un mundo del cuál la gente normal y corriente no quiere salir

- Me iría a los mejores hoteles, viajaría por todo el mundo, tendría un coche súper lujoso… – respondió finalmente mi amigo.

- ¿Y crees que eso te haría rico por qué es lo que quieres tú o por qué es lo que te han vendido en televisión y en todos los medios de comunicación?

- Por qué lo quiero yo – respondió.

- Seguro, naciste y en el mismo hospital dijiste: “Quiero un Ferrari y ser rico”. Si hubieras nacido en medio de la selva sin conocimiento alguno de la riqueza probablemente hubieras sido más feliz porque vives atrapado en la idea de no hacer nada y ser rico – le expliqué – eres una de las miles de personas que juegan a la lotería creyendo que cuando les toque van a ser los más felices del planeta.

Y lo único que les ocurre es que se imaginan a si mismos con cosas caras siendo la envidia de los demás, en realidad lo que buscas no es más que adulación y admiración. Lo que te ocurre exactamente es que quieres ser un león rico, conseguirías todo el dinero del mundo pero jamás tendrás la capacidad para poder disfrutar la vida como lo haría una persona concienciada e inteligente.
- ¿Y tú qué? – se sintió amenazado y reaccionó. Acababa de decirle cosas muy realistas pero para ser francos, muy ofensivas.
Entonces yo me quité la mochila de mi espalda y saqué un libro, se lo puse en las manos.

- ¿Crónicas de un sueño?, ¿Qué coño es esto? – preguntó asombrado al verme a mí en la tapa. – ¿Has escrito una biografía de ti mismo? – dijo sorprendido a la vez que se reía un poco como para minusvalorarlo.
- Si, es el borrador final. Tú léelo y entenderás más por dónde voy.

Mi amigo no sabía a lo que me dedicaba ni lo que hacía, y al día siguiente me llamó, dejó completamente de lado la paradoja del hombre rico o pobre y me dijo que era increíble, que me admiraba y qué por qué jamás le había contado esas cosas de mí. Me empezó a decir tantas cosas que parecía que yo fuese otra persona, pasó de verme como un tipo más a verme como un ejemplo a seguir.

Pero nada había cambiado, hacía un año que le conocía y siempre le había tratado igual, solo que no fue hasta ese momento que se había interesado en mí y cómo era realmente por dentro y eso fue lo que le cambió la perspectiva.

La gente se cree que un rico vive mejor. Pero luego tenemos a miles de millonarios que se han suicidado o aun peor, que han muerto a base de autodestrucción como alcohol y drogas. Tenemos miles de ejemplos en el cine, cantantes y demás millonarios que lo tenían todo en cuanto a capitalismo se refiere.

¿Y si lo tenían todo por qué se destruían?

No se trata de irse al lado opuesto y querer vivir con una manta toda la vida. Se puede ser rico y es un buen objetivo querer llegar a ello, pero solamente si tienes la suficiente capacidad como para entender lo que eso conlleva y saber disfrutarlo plenamente de forma no egoísta. Sino serás simplemente otro León millonario mientras los seres humanos te mirarán apiadándote pese a que tú creerás que eres mejor que ellos.

Eres un león en busca de riqueza y lo que de verdad debes buscar es ser un ser humano, es decir, cultivar todas tus habilidades y capacidades, esto es lo que realmente te dará la felicidad y la capacidad de disfrutar la vida más allá de ser rico o pobre.

La sociedad nos dice que busquemos el capitalismo de forma exagerada, y miles de hombres y mujeres se lanzan a ello, arruinando y puteando las vidas que hagan falta. 

¿Sabes como se le llama a eso? Ser tonto, otra víctima del sistema, otra marioneta infeliz que no sabe ni por qué hace lo qué hace.

Si me dieran un euro por cada vez que veo a un empresario con estrés o con crisis de identidad que no sabe que hacer en la vida, sería millonario.

Hay cientos de empresarios que me dicen que haciendo esto o lo otro ganaría más, si, seguramente, pero no quiero convertirme en un león, yo trabajo para aumentar mi sabiduría, capacidad de compartir, ayudar y disfrutar la vida porque eso es lo que vale la pena.

La evolución hace a las especies más avanzadas, no más ricas y yo lucho para evolucionar, no para hacerme rico y eso es algo que a la gente que solo trabaja para el dinero le cuesta de entender.

Por el lado opuesto también nos encontramos la paradoja del pobre. Aquél que por ser pobre se cree que es mejor persona y más humilde que los demás. Que tú estés en paro y otro con trabajo no significa que seas mejor persona que el otro, para nada, ni te convierte en mejor persona que un político corrupto.

Ser rico o pobre es completamente distinto de ser buena persona o mala persona, es más, cuando los pobres atacan a la riqueza normalmente lo hacen por envidia y jamás por humildad.

Quién a mí me ha atacado por fundar este sitio web no lo hace porque crea realmente que es ofensivo. ¿Acaso te crees que esas personas van de misioneros a África? ¿O que ayudan a las abuelas a cruzar la calle?. No son personas que veas en un comedor social o con conciencia social, simplemente son leones.

Un león puede ser rico o pobre, da lo mismo porque ambos están igual de limitados hasta que no evolucionen y lo que a ti te falta no es perseguir la riqueza o la pobreza, sino perseguir la sabiduría, el despertar y muchas veces incluso con eso viene de forma natural un poco de riqueza o hasta mucho. Pero cuando llegues a ese estado créeme, nadie sabrá disfrutar más la vida que tú.

Yo ahora mismo me encuentro en valoración de trasplante pulmonar, en el hospital escribiendo estas líneas y es triste que incluso yo desde aquí, ahora mismo sea más feliz que muchísimas personas. Personas sanas, que lo tienen todo pero que al fin y al cabo son leones, leones incapaces de ver más allá de sus narices, para ellos la vida solo se divide en ricos y pobres. Es así de triste.

Autor desconocido... 
 
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1 comentario:

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