El modo de dar una vez en el clavo, es dar cien veces en la herradura.
En nuestra sociedad se nos crea desde pequeños la idea de que tenemos que superarnos y hacer cosas importantes pero, por otro lado, se nos educa para no cometer errores, para ser siempre perfectos. Estas exigencias nos crean desde la infancia una gran inquietud y un miedo horrible a no cumplir las expectativas que los demás tienen puestos en nosotros. Cada vez que fallamos nos sentimos culpables, creemos que estamos defraudando a los demás, que nos rechazarán… Estos miedos pueden llegar a paralizarnos y que dejemos de intentar hacer cosas, ya que es más seguro quedarnos como estamos que intentar avanzar y poder equivocarnos.
Como dice Unamuno en la cita de hoy, “El modo de dar una vez en el clavo, es dar cien veces en la herradura”. Nadie es perfecto, nadie nace sabiendo hacerlo todo. La única manera de aprender a hacer cosas nuevas e ir avanzando en la vida es practicar y la práctica consiste en una sucesión de ensayos y errores, hasta poder alcanzar los conocimientos y habilidades suficientes para poder hacer las cosas de la manera correcta.
No debemos dejar que el miedo a fracasar o los comentarios y críticas de los demás nos paralicen y nos impidan ser mejores día a día. Si fallamos una vez y otra y otra, habremos aprendido algo con cada uno de esos errores y estaremos mucho más cerca de alcanzar el éxito que alguien que se ha rendido o que no lo ha intentado nunca.
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