De salida en estas vacaciones con mi hija y mis nietos, me
di cuenta que salir con niños puede resultar MUY CARO. Todo cuesta: las
entradas a los lugares y luego un sinfín de oportunidades para seguir
derrochando el dinero, lógicamente enfocadas estratégicamente hacia los niños.
¿Cómo evitas las constantes tentaciones, y cuándo se vale rendirse ante el
"Mamá, ¿me lo compras? ¡Por favor, mamá!"?
Unos tips para que estés listo para optimizar los gastos:
Decide.
Antes de ir a algún lado es importante que tengas claro tus
objetivos. ¿Va a ser una salida 100% educativa? ¿Qué te gustaría que
aprendieran tus hijos? Si es para pura diversión, tus preparativos y tus
expectativas serán diferentes.
Según tus objetivos vas a priorizar los gastos: si vas a un
museo y quieres que tus hijos salgan con conocimientos nuevos y apreciación por
Leonardo da Vinci, por ejemplo, tal vez inviertas en la actividad infantil que
tienen planeada para conocer mejor sus inventos, pero no gastarías en comprar
recuerdos en la tienda del museo.
Por otro lado, si tu objetivo es convivir con tus hijos en
un ambiente de cultura, puedes optar por comer con ellos en el restaurant del
museo en vez de pasar todo el tiempo viendo las exposiciones. Sobre todo si
estás divorciado y es tu fin de semana con tus hijos, este lugar se presta a la
plática por ser tranquilo y callado.
Infórmate.
Los museos, acuarios y zoológicos frecuentemente tienen
ofertas especiales que reducen los costos de admisión. Tal vez puedas
inscribirte como “miembro”, ya que esta categoría otorga privilegios
especiales.
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